sábado, 29 de mayo de 2010

Los avances no son tantos como imaginamos....


La semana pasada Elena Espinosa, Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de España, presidió en Bruselas el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.  En la reunión, Espinosa recalcó la necesidad de que se le reconozca a las mujeres su papel prioritario en las zonas rurales como elemento vertebrador del tejido social, de la diversificación de la economía rural y de la conservación del medio ambiente.

En los últimos meses, el MARM está haciendo un esfuerzo por apoyar a las mujeres rurales en este país. La agricultura y la industria agroalimentaria europea contribuyen a la seguridad alimentaria, al crecimiento y empleo en la UE y al mantenimiento de la población y la actividad económica en el medio rural.

Sin embargo, la Ministra enfatizó en que la situación actual de las mujeres en el mundo rural sigue siendo precaria, con tasas de desempleo muy altas, lo que con frecuencia las obliga a emigrar hacia las ciudades. 

En Galicia, por ejemplo, el 70% de los trabajos en explotaciones ganaderas se encuentran en manos de las mujeres. Pero muchas todavía no cotizan, y sólo el 49% ejercen como jefas de explotación. Sufren los atrasos en las ayudas de las administraciones públicas, y la reducción en los precios de la leche mientras suben los costes en producción. 

También afecta al sector el abandono del rural y el envejecimiento de la población. La mujeres rurales más jóvenes buscan trabajo en otros ámbitos. Y luego está la batalla de la conciliación de la vida familiar y laboral. Las mujeres rurales ejercen de madres, cuidadoras y ganaderas o agricultoras a tiempo completo.

Actualmente el sector agrario español y europea sufre su mayor crisis. El modelo agroalimentario de la UE está en entredicho. Precisamente, la competitividad de dicho modelo será de nuevo objeto de debate en el Consejo de Ministros de Agricultura que se va a celebrar del próximo 31 de mayo, en Mérida, en España.

Las organizaciones agrarias y de mujeres rurales se van a movilizar para denunciar la situación del agro español y europeo. La movilización tendrá lugar a las 12.00 horas frente al Palacio de Exposiciones y Congresos de Mérida, coincidiendo con la celebración del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea en la ciudad extremeña.
Las organizaciones agrarias y cooperativas reclamarán al Comisario de Agricultura, Dacian Ciolos y a los ministros del ramo de los 27, una Política Agraria Común (PAC) fuerte y sólida más allá de 2013, con un presupuesto suficiente para garantizar el mantenimiento de un sector estratégico para la sociedad, como base de la alimentación, y vital para amplias zonas rurales.

La mujeres rurales saldrán a la calle, conjuntamente con las organizaciones profesionales, para manifestar su más rotunda disconformidad por la pasividad y dejadez del Gobierno español en la gestión de la profunda crisis que afecta al sector agrario y por ende, al mundo rural. Las intenciones gubernamentales son buenas pero se quedan en el papel.

Leemos en la prensa que se crean programas para favorecer el desarrollo rural y el de la mujeres rurales; programas para disminuir la brecha tecnológica y social que sufren las mujeres; programas que las protega de la violencia de género... Todo son buenas palabra e intenciones, pero a la hora de la verdad todo va muy lento. Las mejoras se consiguen demasiado despacio.

No sé si la cumpla la tenemos las mujeres rurales que no estamos lo suficientemente organizadas como para reclamar nuestros derechos y los derechos del mundo rural, o si la culpa es de la administración que es demasiado lenta y demasiado burocrática. Lo único que sé es que no avanzamos tanto como imaginamos.

sábado, 8 de mayo de 2010

La titularidad compartida de las explotaciones agrarias en España

El trabajo que realizan las mujeres rurales es un trabajo invisible para la sociedad, para los gobernantes. Muchas aprendieron el oficio de sus padres o se adaptaron al de sus maridos. Ordeñan las vacas, trabajan la tierra, cuidan de los animales, gestionan la explotación... Además, al llegar a casa se ocupan del trabajo doméstico. Y sin embargo es como si no existieran. De ahí que una de las reivindicaciones históricas de las mujeres rurales es dejar de ser invisibles para la ley y para la sociedad.

Hace más de un año que se aprobó el Real Decreto 297/2009 de 6 de marzo. El objeto de esta norma es promover la titularidad compartida de las explotaciones agrarias entre los cónyuges o miembros de las parejas de hecho, inscritas en algún registro público, así como extender los beneficios en la cotización a la Seguridad Social a las mujeres que ostenten dicha titularidad compartida.

La aprobación de esta normativa fue muy bien recibida por las mujeres del medio rural español. Las organizaciones que trabajan por el campo y por las mujeres rurales se congratularon de este avance legislativo. Unas 150.000 mujeres se podrían beneficiar de este cambio. Con la aprobación del Real Decreto se pondrían en marcha registros en todas las Comunidades Autónomas donde se inscribirían las explotaciones agrarias gestionadas por cónyuges o parejas de hecho, lo que permitiría que las ayudas, pagos, derechos de producción, primas, cuotas, etc... que correspondan al titular de la explotación, se atribuirían conjuntamente a los cotitulares inscritos.

Tras esta alegría inicial, su puesta en funcionamiento está costando mucho trabajo y tiempo. En Julio del año 2009, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM)  todavía estaba ultimando la Orden Ministerial que regularía el registro de la titularidad compartida de las explotaciones. Esto provocó que el MARM y las comunidades autonómas se pasaran la pelota sin terminar de resolver este tema.

Después de la publicación del decreto en el BOE, las autonomías eran las encargadas de crear los registros pertinentes para que las mujeres pudieran inscribirse como cotitulares de la explotación agraria que comparten; y las autonomías aducen que el Ministerio tiene que publicar previamente una orden que no llega.

La situación hoy en día, tras un año y dos meses de aprobado el Real Decreto, es que la puesta en marcha de los registros de las explotaciones agrarias con titularidad compartida  sólo existen en tres Comunidades Autónomas: Galicia, Cataluña y Baleares.

Este retraso en el desarrollo de los registros está totalmente injustificado y es intolerable. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI todavía haya mujeres en determinadas zonas de este país a las que su marido tiene que firmar un papel para darles permiso para hacer un trámite cualquiera sobre la explotación, cuando esa mujer ha estado trabajando ahí ,  codo con codo con él,  toda la vida, cotizando a la Seguridad Social, llevando la explotación agraria o ganadera.
Las mujeres rurales ya pueden recibir ayudas públicas para promover su acceso y permanencia a la titularidad compartida de las explotaciones agrarias, pero para eso han de inscribirse previamente en los registros de titularidad compartida.  Registros, que a día de hoy, no existen.  Y llegamos así , otra vez, al punto de partida para decir, finalmente, que por desgracia  la invisibilidad de las mujeres rurales en España sigue vigente.