Sin embargo, el compromiso de la mujer rural no se ve compensado ni reconocido socialmente. El reconocimiento de la titularidad compartida, aprobado recientemente, es un avance muy importante, pero todavía quedan cosas por hacer. A pesar de los años de lucha y de movilización social de las asociaciones de mujeres rurales españolas, todavía existe un desequilibrio en las oportunidades laborales de mujeres y hombres en el campo.
Para acabar con esta situación:
- Se necesitan políticas públicas que garanticen que las mujeres puedan igualar su participación y presencia en el campo.
- Se necesita una mayor igualdad en los derechos y oportunidades de las mujeres del medio rural.
- Se necesita poner en marcha acciones de desarrollo local que contribuyan a la formación y al acceso de las mujeres rurales a la actividad económica.
Dando estos pasos, las mujeres no abandonarán su entorno social contribuyendo así a fijar a la población en el medio rural y a desarrollar social y económicamente una parte muy importante de España.
