lunes, 5 de julio de 2010

Acompañemos a las mujeres rurales en su camino

A la hora de estudiar y analizar el medio rural y las mujeres rurales, existen, en apariencia, una gran diversidad de perfiles sociales, económicos y políticos propios de cada ámbito geográfico o etnia. Pero esto sólo es en apariencia.

Foto de Jesús Domínguez


Los procesos sociales y económicos que sufren las mujeres rurales de un lugar concreto del mundo tienen algunas características que los hacen únicos. Sin embargo, estos procesos únicos se suman a otros procesos que son en gran medida similares a los que padecen otras mujeres en otros lugares del planeta, tanto del Norte como del Sur, tanto de los países desarrollados como de los que están en vías de desarrollo...

Hay una serie de roles que las mujeres rurales cumplen, muchas veces sin ser conscientes de ello, allí dónde están:
  • En el medio rural hay una clara división sexual del trabajo habiendo una supremacía de lo masculino sobre lo femenino. Los hombres desarrollan el trabajo remunerado, reconocido socialmente y dirigido hacia el mercado; mientras que la mujer se queda con el trabajo no reconocido ni remunerado que se desarrolla en el ámbito familiar.
  • Por otra parte el empleo femenino sufre de una gran precariedad debido en gran parte a esta división sexual del trabajo. Las mujeres no tienen manera de adecuar los espacios laborales a los que puede acceder con el trabajo doméstico no remunerado que desarrollan y para el que no encuentran ayuda dentro del ámbito familiar.
  • El trabajo que las mujeres realizan muchas veces se desarrolla dentro del ámbito familiar (labores dentro de la agricultura y la ganadería) y no se le considera un trabajo propiamente dicho, sino simple y llanamente como una ayuda familiar al trabajo productivo del hombre, lo que contribuye a la invisibilidad social y económica de las mujeres.
Esta es la parte más negativa de la historia... pero también vemos un horizonte positivo hacia el que debemos andar:
  •  Las mujeres rurales con sus trabajos y sus proyectos contribuyen a fijar la población rural allá donde viven. Si las mujeres se quedan en el medio rural, las poblaciones no disminuyen ni envejecen.
  • Las mujeres rurales perpetúan y conservan la gran diversidad de tradiciones y "saberes" populares.
  • Las políticas públicas deben cambiar el papel de la mujer en el medio rural  y favorecer su visibilidad, participación, formación y empleo.
  • Es importante que se desarrollen leyes que favorezcan la titularidad compartida o la titularidad única de las mujeres rurales en aquellas explotaciones agrícolas o ganaderas en las que ellas desarrollen una labor continua.

El rol que desempeñan las mujeres en el medio rural es fundamental para que un desarrollo rural sostenible sea posible. Es por ello que creemos que es importan apoyarlas y acompañarlas en su camino hacia un mundo rural mejor. No las dejemos solas en su andar...