jueves, 19 de febrero de 2015

Las mujeres rurales españolas protagonistas en la Cámara Alta

Foto: Lola Pena

¿Cómo nos damos cuenta de que se acercan unas elecciones municipales y autonómicas en España? Pues, entre otras cosas, porque salen a la palestra temas de los que normalmente no se habla en este país como son, por ejemplo, las mujeres rurales.

Y es que ahora resulta que las mujeres rurales son de gran interés para los políticos de este país. Los dos grandes partidos han estado discutiendo estos días en la Cámara Alta sobre cómo incorporar a la mujer en las actividades agroalimentarias españolas.

Durante años las mujeres rurales españolas han sido las grandes olvidas en las discusiones y en la aprobación de programas o políticas sociales concretas que favorezcan su situación. Pero ahora que se acercan unas elecciones que competen a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas resulta que volvemos a ser de interés político.

Por un lado el PP quiere impulsar campañas de apoyo al emprendimiento de las mujeres rurales y campañas de sensibilización social que permitan un mayor acceso de las mujeres a puestos directivos y de responsabilidad en las cooperativas, sindicatos e industrias agroalimentarias. También quiere que se desarrollen actividades que favorezcan la creación de empleo femenino y joven en el mundo rural, aumentando la formación o el acceso a las nuevas tecnologías.

Por su lado el PSOE pide que se elaboren medidas concretas y efectivas para los problemas reales que las mujeres rurales tienen de manera que pueden mejorar su nivel de vida en el medio rural y que no lo tengan que abandonar. Para ellos bastaría con dotar con partidas presupuestarias suficientes para la puesta en marcha de Políticas Activas de Empleo y Formación para la mujer en el medio rural que ya están contempladas en la normativa vigente. Así como habría que sacar del olvido la Ley sobre la titularidad compartida de las explotaciones agrarias, que se aprobó en Octubre de 2011 y que todavía está pendiente de recibir subvenciones y ayudas específicas de carácter prioritario para este tipo de explotaciones; así como campañas de difusión y sensibilización para promover la titularidad compartida.

A nosotras todas estas discusiones políticas y este interés social que de repente se tiene otra vez por las mujeres rurales españolas nos parecen mucha casualidad. Habrá que ver en qué queda todo después de las elecciones de Mayo. Veremos entonces si el interés por las mujeres es real o era sólo una manera de ganarse unos cuantos miles de votos más.

Más información:

viernes, 13 de febrero de 2015

4 problemas comunes de las mujeres rurales



Foto: Carlos Timiraos

Las mujeres rurales tienen muchas cosas en común con independencia del país en el que vivan; también tienen muchos elementos que las diferencian. Pero hoy vamos a centrarnos en 4 de los problemas que vemos que suelen ser similares para todas ellas:

  1. Las mujeres rurales sienten que sus Estados no reconocen el importante papel que ellas juegan en la lucha contra el hambre y contra el cambio climático. Ellas son las que, gracias a sus practicas de desarrollo sustentable, consiguen producir alimentos para el mundo al tiempo que se adaptan y luchan contra el cambio climático. La seguridad y soberanía alimentaria depende, en gran medida, de las mujeres rurales y de las prácticas que desarrollan en su agricultura familiar. Sin embargo, los gobiernos no elaboran programas ni política públicas que apoyen a estas mujeres en su trabajo, pese a la importancia que éste tiene.

  2. Las mujeres rurales, indígenas y campesinas sufren de manera especial la represión y la criminalización que los Estados están haciendo contra la movilización rural organizada que denuncia el acaparamiento de tierras y de agua que se está realizando en muchos países del mundo. Las grandes multinacionales internacionales llegan a sus tierras, y con la ayuda de los gobiernos, están despojando de sus tierras y ríos a la población autóctona con el fin de cultivar grandes extensiones de monocultivos o de explotar las riqueza minerales que la tierra esconde en su interior.

  3. La violencia de género que las mujeres rurales sufren es otro de los problemas que tiene en común todas ellas sin importar la región del mundo en el que vivan. El aislamiento social en el que las mujeres rurales viven de manera habitual, lejos de las poblaciones con más habitantes  y con los medios adecuados que les permitirían denunciar los malos tratos que padecen, hace que sea un problema social que en la práctica no tiene visibilidad para la sociedad. Pero esto no quiere decir que no exista así como tampoco quiere decir que no se deban implementar políticas públicas que ayuden a estas mujeres.

  4. Las mujeres rurales no tienen acceso ni control de los recursos naturales. Las mujeres necesitan poder ser titulares de las tierras que trabajan para así poder decidir también que hacer con esas tierras sin depender de nadie. Al ser propietarias de la tierra pueden tener una vida económica activa y se les permite tener acceso a los créditos. De esta manera pueden mejor su productividad.
Con independencia de que las mujeres rurales vivan en un país u otro, en una región del mundo u otra, vemos que hay una problemática común para todas ellas.

También podrían ser comunes las soluciones a esos problemas. Tan sólo haría falta que los dirigentes mundiales adoptaran políticas sociales comunes e internacionales en alguna de las reuniones internacionales a las que acuden, como fue la COP20 que se celebró en Lima (Perú) del 1 al 14 de Diciembre del 2014.

Lo que pasa es que, al final, siempre se terminan cayendo de las agendas de trabajo internacionales los problemas que tienen las mujeres rurales, o por lo menos eso es lo que nos parece a nosotras...

jueves, 5 de febrero de 2015

5 notas sobre las mujeres y el medio rural español

No pretendemos, ni mucho menos, resumir en este breve artículo los problemas que en la actualidad sufren las mujeres rurales, en particular, y el medio rural español, en general.

Tan sólo queremos exponer unas breves pinceladas sobre las que empezar a pensar y a dialogar para construir un mundo rural mejor. Partiendo de nuestro análisis particular de la realidad rural española vemos que:
  1. - La discriminación de género y la invisibilidad social que las mujeres rurales sufren en su vida diaria siguen siendo dos de los principales obstáculos para que el desarrollo social y económico llegue al medio rural.

  2. - El medio rural español se va despoblando por la baja densidad de población, la dispersión geográfica y el alto grado de envejecimiento.

  3.  - Las mujeres y los jóvenes rurales juegan un papel fundamental en la construcción de un nuevo modelo social en el campo español y resultan indispensables en el modelo de desarrollo rural sostenible que plantea la Política Agraria Común y la Política Regional de la Unión Europea. El diseño de estrategias de desarrollo rural sostenible tienen que incorporar a las mujeres y a los jóvenes para que dichas estrategia contribuyan a consolidar dicho modelo. 

  4. - Se hace muy necesario el desarrollo de jornadas informativas y de foros de debate que permitan hacer un análisis de la situación real de la mujer en el medio rural, de los recursos existentes y de su aprovechamiento. Sólo así, conociendo la realidad social de la que partimos, podremos construir alternativas económicas y sociales reales y de continuidad.

  5. - Las acciones de sensibilización, motivación y formación para las mujeres del medio rural favorecerán que ellas mejoren en su autoestima. Serán capaces que tomar las riendas de sus vidas, de emprender y de emponderarse, creando nuevas iniciativas de autoempleo o mejorando su perspectivas de entrar en el mercado laboral.

Conociendo la realidad económica y social en que las mujeres y los jóvenes viven en el medio rural en España podremos poner las bases sobre las que construir un futuro más justo y sostenible en el tiempo. Ojalá que hayamos contribuido a ese conocimiento desde las líneas de este artículo.