miércoles, 21 de septiembre de 2016

Cimentando la paz gracias al desarrollo sostenible

La paz no es sólo la ausencia de guerras. La paz también es que no existan niños soldados obligados a ver morir a sus padres y después a luchar para sobrevivir, que no haya tráfico de mujeres y niños con el fin de dedicarlos a la prostitución, que no haya refugiados que han tenido que huir de sus países por el hambre, por la represión política, por los desastres naturales, por el miedo a morir.
Según datos de la ONU, en el mundo hay 24 millones de refugiados (cinco millones más de los que había al comienzo del siglo XXI) y 40 millones de desplazados internos, personas que han dejado sus casas y que deambulan dentro de las fronteras de sus propios países buscando otro hogar.
En territorio en guerra y en muchos campamentos de refugiados los más peligroso ya no es ser soldado, sino mujer o niña. La violencia contra las niñas y las mujeres es la violación de los Derechos Humanos más habitual en el mundo y la que afecta a más personas.
A día de hoy hay 50 millones de niños sin escolarizar, niños y niñas que no podrán salir de la pobreza porque no tendrán herramientas con las que enfrentarse al mundo.
Todo esto también es ausencia de paz.
La Asamblea General de la Naciones Unidas decidió el 7 de Septiembre de 2001 en la Resolución 55/282 que se celebre el Día Internacional de la Paz con el objetivo de llamar la atención de todos los pueblos para la celebración y la observancia de la paz.
Este año 2016 el lema elegido por la ONU para celebrar hoy, 21 de Septiembre, este día internacional es "Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: elementos constitutivos de la paz".
Los problemas actuales que el mundo tiene como son la pobreza, el hambre, la degradación ambiental, la escasez del agua y de otros recursos naturales, el racismo y la xenofobia, la corrupción, la desigualdad social, todo esto y más son factores que se constituyen en un desafío para la paz y que generan un espacio fértil para que surjan los conflictos.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por los 193 Estados Miembros de la ONU en Nueva York en Septiembre de 2015 conforman una nueva Agenda internacional de trabajo en favor del desarrollo sostenible del mundo hasta 2030. Su finalidad es eliminar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad de las personas.
Los ODS buscan poner los cimientos para lograr la paz en nuestros días porque la paz no es sólo la ausencia de guerra; es también el respeto por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, es la búsqueda del desarrollo sostenible del mundo y de la equidad social entre todas las personas que habitan en la Tierra.

miércoles, 2 de marzo de 2016

El Derecho a la Tierra como expresión de un futuro justo para el planeta


Conseguir que los pueblos indígenas y las comunidades locales de todo el mundo puedan seguir siendo los propietarios y titulares de sus tierras frente al acaparamiento de tierras que hacen las grandes empresas trasnacionales es indispensable para:

  • lograr erradicar el hambre en el mundo;
  • proteger la biodiversidad del planeta;
  • evitar la eliminación de las semillas autóctonas y los sistemas de cultivo tradicionales; y,
  • evitar que se pierdan los idiomas y las culturas autóctonas.

sábado, 9 de enero de 2016

¿Por qué existe hambre en el mundo si los precios de los alimentos bajan?

Según la FAO el índice de precios de los alimentos cayó en diciembre. La abundancia de suministros y el lento crecimiento económico empujan a la baja los precios por cuarto año consecutivo.

Sin embargo, es injusto e insostenible ver como poco a poco los alimentos básicos y el agua se están convirtiendo en un producto más con el que juegan los economistas y las transnacionales para intentar siempre ganar un poco más de dinero.

Lo triste del caso es que el índice de precios que la FAO maneja toma como base los intercambios comerciales que se hacen en las Bolsas y los precios internacionales de cinco grupos principales de productos básicos alimentarios: cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne y azúcar.

Estos intercambios comerciales y precios internacionales sólo respaldan a las grandes corporaciones transnacionales de la alimentación. No toman en cuenta a los millones de pequeños y medianos agricultores y ganaderos que no consiguen cubrir los gastos que tienen en sus explotaciones agrícolas por los bajos precios que se les pagan por sus productos.

Tampoco toman en cuenta a los millones de personas que tienen que pagar cada vez más para poder alimentar a sus familias porque cada día sube el precio de los alimentos en las tiendas y mercados. Poco importa a los mercados internacionales que haya gente que no puede pagar esos precios y que se muere de hambre.